Andalucía, tierra de flamenco, sol y pueblos encalados, es una de las regiones más visitadas de España. Sin embargo, más allá de las famosas Sevilla, Granada o Córdoba, se esconden rincones poco conocidos que guardan la esencia auténtica del sur. Estos lugares, alejados de las rutas turísticas habituales, invitan a perderse entre paisajes sorprendentes, tradiciones ancestrales y la cálida hospitalidad andaluza.
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1. Zahara de la Sierra: joya en la Sierra de Grazalema
Situado en lo alto de una colina, este pueblo blanco ofrece vistas espectaculares del embalse y del parque natural que lo rodea. Pasear por sus estrechas calles empedradas es retroceder en el tiempo, y su castillo árabe recuerda el pasado fronterizo de la región. Es un destino perfecto para senderistas y amantes de la naturaleza.
2. Cabo de Gata: paraíso salvaje en Almería
Este parque natural protegido es uno de los últimos tramos vírgenes de la costa mediterránea española. Sus playas escondidas, calas de aguas cristalinas y formaciones volcánicas crean un paisaje casi lunar. Ideal para practicar snorkel, kayak o simplemente desconectar del mundo.
3. Setenil de las Bodegas: casas bajo la roca
Famoso por sus viviendas excavadas directamente en la roca, Setenil sorprende a cada visitante. La vida cotidiana transcurre literalmente bajo enormes salientes de piedra, ofreciendo sombra natural en verano. No te pierdas sus bares de tapas, donde se sirve jamón serrano y vinos locales.
4. Las Alpujarras: montañas llenas de tradición
En las laderas sur de Sierra Nevada se extiende esta región de pequeños pueblos blancos, terrazas agrícolas y acequias moriscas. Pampaneira, Bubión y Capileira son perfectos para explorar a pie y descubrir talleres de artesanía y gastronomía tradicional, como el jamón de Trevélez.
5. Doñana: un santuario natural único
El Parque Nacional de Doñana es uno de los espacios protegidos más importantes de Europa, famoso por su biodiversidad. Entre marismas, dunas y pinares, habitan especies en peligro de extinción como el lince ibérico. Las rutas en 4×4 permiten adentrarse en su riqueza natural sin alterar el ecosistema.
6. Priego de Córdoba: la “ciudad del agua”
Conocida por sus numerosas fuentes y manantiales, Priego es también un tesoro barroco. Sus iglesias y el barrio de la Villa, con callejuelas encaladas llenas de flores, ofrecen un ambiente tranquilo y auténtico. Además, es un excelente lugar para degustar aceite de oliva virgen extra, orgullo de la región.
7. Grazalema: cuna de la naturaleza andaluza
Este pequeño pueblo, rodeado por un impresionante parque natural, es famoso por ser uno de los lugares más lluviosos de España. Gracias a ello, su paisaje verde contrasta con la imagen árida que muchos tienen de Andalucía. Es ideal para practicar senderismo, escalada y observación de aves.